Alias el Rocío está protagonizada por dos hombres que planean una película documental, en busca de la identidad de una persona enferma, momificada y desaparecida, que en todos los archivos tiene el nombre de Rocío. A partir de los mismos fotogramas de la película, sus páginas exploran las posibilidades narrativas del montaje, con la intervención de los productores, los extras de la película, el discurso médico, la fantasmagoría, los animales disecados y el guión audiovisual hasta hacer colisionar la historia literaria latinoamericana con otras literaturas clásicas, el Fausto de Goethe con Los nueve libros de la historia de Heródoto, los cuentos breves de Bernhard con los mitos de las cosmogonías mapuche y egipcia.
Mediante una propuesta radicalmente post-humana, esta segunda novela de la chilena Mónica Ríos es una renovación de la narrativa neobarroca, reclamando que el lugar de esa tradición no está en lo cosmopolita, lo docto ni lo abstracto, sino en la intensidad de los relatos locales, en los juegos corporales y en la profundidad de la denuncia política.