Este libro se propone adelantar una reflexión sobre la meditación de Rilke a propósito del hombre y su relación con la totalidad, y de cómo esta se despliega a partir de diversas imágenes a lo largo de las Elegías del Duino, una obra que, por la descomunal sensibilidad e imaginación que revela y por la densidad de pensamiento que suscita, ha sido considerada precipitadamente como "hermética". Corrigiendo esta idea, la presente aproximación a las Elegías deja ver un todo compacto cuyas partes se sostienen en una relación esencial y por sus conexiones internas, y que revela la impecable coherencia de la obra y del poeta consigo mismo. En este ejercicio ensayístico, que es al tiempo un aporte didáctico a la lectura de poesía, mediante el rastreo de elementos claves y preocupaciones características de una elevada meditación poética se entrevé la posibilidad y el límite de un encuentro entre filosofía y arte, y el de estos con la vida. De este modo, Pasión por la totalidad afina el oído para escuchar esa entonación que nace de las palabras o versos que el poeta escucha -quién sabe de qué inaudibles conciertos- caminando por los acantilados de la parte septentrional del mar Adriático, donde estaba ubicado el castillo de Duino, destruido por los cañones de la Primera Guerra Mundial, y que el poeta evocará en sus Elegías como comienzo de lo que no tiene comienzo, retorno sin fin a la fuente infinita de nacimientos y muertes, una totalidad en devenir, el afuera y lo abierto, en fin, el espacio interior del corazón donde sucede la transformación de la conciencia, la obra de arte y otra relación con la tierra.