Rodolfo Obregón ha sido un hombre de teatro que ha transitado el mundo como maestro, pensador teatral, actor, director y escritor, pero tal vez su sino más auténtico sea el del viajero apasionado de las tablas del mundo, hecho que le da la condición de un espectador privilegiado que ha viajado por el mundo mirando y aprendiendo. Estas son las crónicas de este hombre que reflexiona sobre el teatro, no sólo como gente de teatro, sino también como un espectador que sigue conservando el asombro y lo rescata para la reflexión y la memoria. El libro contiene nueve relatos de sendas experiencias teatrales que se vuelven, en el escenario de la memoria, apasionantes relatos de vida.