Permite que este libro, con su enfoque en la primera carta de Pedro, cambie tus expectativas y tu forma de pensar.La mayoría de la gente en Occidente no tiene intención de asistir nunca a la iglesia. Otros muchos solo usan el nombre de Dios para decir una vulgaridad. Y, aunque algunas iglesias destacables están creciendo, gran parte de esto se debe más a un traspaso de membresía que a un verdadero crecimiento.Sin embargo, muchos de nuestros enfoques evangelísticos siguen asumiendo que en la sociedad hay una mentalidad cristiana. Por eso nuestra expectativa es que la gente venga cuando preparamos un buen programa en la iglesia.Necesitamos encontrarnos con los no cristianos allí donde están, en el contexto de la vida cotidiana, y no centrarnos en preparar eventos atractivos, sino en crear comunidades atractivas.