Robert Desnos nace el 4 de julio de 1900 en París en el barrio del mercado central de la ciudad (Les Halles), del que su padre es asentador. Conoce varios domicilios familiares, en el Boulevard Richard Lenoir, en la calle Saint-Martin y en la calle Rivoli, que dibujan el contorno de la zona artesana y comerciante del popular centro parisino. Acostumbrado desde niño a deambular por sus calles, su imaginación se alimenta de los mágicos nombres que portan orgullosas las vías de la capital francesa así como de la publicidad encontrada al azar de sus paseos. Pero también de las ilustraciones de tebeos como el Épatant o el Intrépide, o los suplementos ilustrados del Petit Parisien y del Petit Journal. Y de sus apasionantes lecturas infantiles que le permiten revestir la piel de los marinos de Victor Hugo, la de los indios de Gustave Aimard o la del Fantomas de Pierre Souvestre et Marcel Allain, nacido once años después que él, pero ya todo un maestro del crimen y un modelo de elegancia, inteligencia e intrepidez. Amante del cine desde sus inicios, el joven Desnos verá en la pantalla hacerse casi realidad las mayores fantasías de su niñez.