Hay quienes dicen que Khalil Gibran escribió "El Profeta" en árabe a la edad de quince años y un lustro después lo tradujo al inglés, aunque otros datos biográficos lo fechan en 1923. Sea como sea, el mensaje de serenidad y sabiduría universal que aportó este libro sigue estando vigente aún hoy en día y lo convierte en una obra de lectura obligada. Los poemas de Gibran usan un lenguaje bello y cuidado resultado de un largo trabajo de reflexión y escritura. De hecho, el propio Gibran contó que su madre le sugería ir madurando el texto poco a poco, hasta que consiguiera expresar realmente su visión del mundo.